El aceite de oliva contiene muchas propiedades que se incrementan si se consume crudo, sin cocinar. Entre estas propiedades la más conocida es su actividad como protector de la salud cardiovascular.
Tomarlo en una tostada de pan en el desayuno también ayuda al buen funcionamiento de nuestro hígado y de la vesícula biliar, ya que es un alimento estupendo para desintoxicar ambos órganos.
El zumo de naranja es mucho más saludable si es consumido recién exprimido. No solo es más refrescante y delicioso, sino que tras unas dos horas, su valor nutricional se ve reducido hasta en un 80% debido a la oxidación de la vitamina C
Su alto contenido en vitamina C ayuda a reforzar nuestro sistema inmunológico, siendo un aporte esencial para prevenir un buen número de enfermedades, además del típico resfriado.